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Esta publicación es el resultado del análisis de documentos e impresos que con frecuencia utilizamos en nuestra vida cotidiana: contratos de arrendamiento, sentencias judiciales, padrón municipal, censo, alta en Organismos Oficiales... Es decir, de los "papeles" con los que nos encontramos cada día y que todavía, en muchos casos, no utilizan el femenino cuando corresponde hacerlo. Mediante una pequeña historia ilustrada con viñetas se pretende hacer más fácil la reflexión sobre el lenguaje que usamos a diario, mostrando, a la vez, la necesidad de introducir cambios para o excluir a ninguno de los dos sexos.