El libro invita a la reflexión y al diálogo haciendo hablar a la experiencia a través de relatos e historias de educación social vividas en primera persona en diferentes ámbitos de intervención y con un mismo denominador común: la exclusión. Comparte dudas, dilemas, aciertos y fracasos en situaciones profesionalmente emocionantes que sólo pasan trabajando en este sector. Unas inquietudes, en definitiva, que responden a la necesidad vital de escribir y de dar visibilidad a la profesión de educar y al deseo de transformar.

La calle como telón de fondo y punto de partida de este diario de campo vivencial por donde transitan personas de verdad que viven entre nosotros. Retratos sin techo y testimonios de vidas invisibles a la intemperie, con la intención de que salga a la superficie aquello que queda sumergido. Una mirada horizontal para ponerse en el lugar del otro y revisarse, para construir red de apoyo mutuo y reivindicar la comunidad.